La tiroiditis de Hashimoto es una variedad común de tiroiditis autoinmune crónica. Esta es una enfermedad autoinmune de la tiroides en la que el cuerpo produce autoanticuerpos dirigidos contra las células tiroideas sanas, destruyéndolas. Como consecuencia de esto, se produce la producción de hormona tiroidea. disminuye sustancialmente (hipofunción tiroidea o hipotiroidismo).
El trastorno lleva el nombre del médico japonés Hakaru Hashimoto (1881-1934), quien fue el primero en describirlo en 1912. No sólo es el trastorno autoinmune más prevalente en humanos sino también la causa más frecuente de hipotiroidismo primario.
La enfermedad de Graves, más rara, se asocia con la producción de anticuerpos dirigidos contra una molécula de señalización en la superficie de las células tiroideas. Esto hace que las células tiroideas produzcan una cantidad excesiva de hormonas tiroideas (hiperfunción tiroidea o hipertiroidismo). Sin embargo, a largo plazo, muchos pacientes también experimentan hipofunción tiroidea.
Deterioro de la fertilidad
Este mal funcionamiento de la producción hormonal puede perjudicar sustancialmente la fertilidad: las pacientes experimentan problemas para concebir y también aumenta el riesgo de aborto espontáneo. Mientras que en la población general el trastorno tiene una incidencia de aproximadamente 5-10 %, hasta 25 % de pacientes femeninas que buscan tratamiento en clínicas de fertilidad son diagnosticadas con la enfermedad de Hashimoto. Afortunadamente, el tratamiento de fertilidad puede ayudar a conseguir un embarazo saludable.
El paciente puede apoyar el tratamiento
El propio paciente puede mejorar las tasas de éxito del tratamiento de fertilidad si elige un estilo de vida saludable y mantiene una dieta saludable que tenga en cuenta algunas características específicas de la enfermedad.
Una dieta baja en yodo
Según estudios científicos, la exposición excesiva al yodo empeora el avance de la enfermedad. Por otro lado, se ha informado que una dieta baja en yodo produce una mejora. Por lo tanto, se recomienda a los pacientes con tiroiditis autoinmune que abandonen la sal de mesa yodada. Cualquier suplemento dietético tampoco debe contener yodo.
Selenio
Los suelos de Europa son pobres en selenio. En consecuencia, las plantas que crecen en este suelo y, por tanto, los alimentos que allí se producen, tienen un bajo contenido de selenio. Los estudios han demostrado que complementar el selenio en pacientes con tiroiditis autoinmune puede mejorar los síntomas.
Estrés oxidativo y antioxidantes
Aunque no se comprenden del todo las razones de la aparición de la enfermedad, investigaciones recientes han revelado que el estrés oxidativo es un factor contribuyente importante. También puede comprometer la calidad de los ovocitos y es perjudicial para el desarrollo embrionario. De ahí que los expertos recomienden asegurarse de que exista un aporte adecuado de antioxidantes.
El estrés, el tabaquismo y los malos hábitos alimentarios presentan situaciones en las que es aconsejable complementar con antioxidantes y pueden tener un impacto positivo en los síntomas de la tiroiditis autoinmune.
Vitaminas B
Los pacientes con tiroiditis autoinmune también tienen un mayor riesgo de tener una deficiencia de vitamina B12. Esto puede ser un problema especialmente a la hora de planificar la concepción, porque la vitamina B12 no sólo es importante para la división celular sino que, junto con otras vitaminas B, también es de vital importancia para el metabolismo de la homocisteína. Por lo tanto, los expertos recomiendan que los pacientes con tiroiditis complementen con vitamina B.