La infertilidad es un problema al que se enfrentan muchas parejas en todo el mundo, y alrededor del 15% tienen dificultades para concebir tras un año de relaciones sexuales sin protección. Aunque son muchos los factores que contribuyen a ello, incluidos elementos fisiológicos y ambientales, estudios recientes destacan el importante impacto de la dieta y la nutrición en la fertilidad femenina (véase también: consejos de estilo de vida para futuros papás). Una revisión exhaustiva publicada en la revista *Advances in Nutrition* profundiza en cómo los patrones dietéticos y los nutrientes específicos pueden influir en la salud reproductiva. A continuación, desglosamos las principales conclusiones y consejos prácticos para quienes deseen optimizar su dieta para mejorar la fertilidad.
La Dieta Mediterránea: Una fuente de fertilidad
Uno de los patrones dietéticos más relacionados con la mejora de la fertilidad es el Dieta mediterránea. Esta dieta es rica en verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y aceite de oliva, con un consumo moderado de pescado y aves de corral, y una ingesta limitada de carnes rojas y dulces. La dieta mediterránea no sólo es beneficiosa para la salud en general, sino que también muestra resultados prometedores en la mejora de la fertilidad.
Principales ventajas
- Mejora la sensibilidad a la insulina: Una mejor gestión de la insulina ayuda a regular las hormonas que son cruciales para la ovulación.
- Reduce la inflamación: Un alto consumo de alimentos antiinflamatorios favorece un sistema reproductivo más sano.
- Mejora la calidad de los ovocitos: Los nutrientes de esta dieta mejoran la calidad de los huevos y las posibilidades de éxito de la fecundación.
La dieta occidental: Un enemigo de la fertilidad
Por el contrario, la dieta occidental, caracterizada por un elevado consumo de carnes rojas y procesadas, cereales refinados, dulces y bebidas azucaradas, puede afectar negativamente a la fertilidad. Esta dieta suele provocar un aumento de la inflamación, resistencia a la insulina y desequilibrios hormonales, que pueden perjudicar la ovulación y la salud reproductiva en general.
Principales inconvenientes
- Aumento de la resistencia a la insulina: El consumo elevado de azúcar y carbohidratos refinados altera el equilibrio de la insulina, lo que afecta a la ovulación.
- Mayor inflamación: Los alimentos procesados y las grasas poco saludables contribuyen a la inflamación sistémica, perjudicial para la salud reproductiva.
- Ovocitos de baja calidad: Los patrones dietéticos poco saludables están relacionados con una menor calidad de los ovocitos y un menor éxito en las tecnologías de reproducción asistida.
El papel de los nutrientes específicos en la fertilidad
Carbohidratos
Alimentos de alto índice glucémico: Los alimentos que elevan rápidamente los niveles de azúcar en sangre pueden aumentar la resistencia a la insulina y alterar la ovulación.
Cereales integrales y fibra: Ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y favorecen el equilibrio hormonal.
Grasas
Grasas trans y grasas saturadas: Estas grasas poco saludables que se encuentran en muchos alimentos procesados están relacionadas con un mayor riesgo de infertilidad.
Ácidos grasos omega-3: Estas grasas, presentes en el pescado azul, favorecen la salud hormonal y mejoran la calidad de los óvulos.
Grasas monoinsaturadas: El aceite de oliva y los frutos secos, ricos en estas grasas, son beneficiosos para la salud reproductiva.
Proteínas
Proteínas de origen vegetal: Las alubias, las lentejas y los frutos secos se asocian a mejores resultados de fertilidad en comparación con las proteínas de origen animal.
Proteínas animales: Un consumo elevado, especialmente de carne roja, puede afectar negativamente a la ovulación.
Vitaminas y minerales
Ácido fólico: Esencial para todas las mujeres en edad fértil para prevenir defectos del tubo neural y favorecer la fertilidad.
Vitamina D: La deficiencia es común y la suplementación puede ayudar a mejorar la salud reproductiva.
Yodo: Importante para la función tiroidea, que desempeña un papel fundamental en la salud reproductiva.
Otros micronutrientes pueden ser beneficiosos en función de su situación individual y su historial médico,
Mitos nutricionales desmentidos: Gluten, alcohol y cafeína
Gluten: Según la investigación (en contraposición a las redes sociales), a menos que padezcas celiaquía, no es necesario que elimines el gluten de tu dieta mientras intentas concebir.
Alcohol: El consumo moderado de vino suele ser aceptable, pero se recomienda encarecidamente evitar el alcohol por completo durante todo el embarazo.
Cafeína: El consumo de cantidades moderadas de cafeína no parece afectar a la fertilidad.
El papel del microbioma intestinal
Una dieta poco saludable puede alterar el microbioma intestinal, lo que puede afectar a la fertilidad. Aunque se necesita más investigación, mantener un microbioma intestinal equilibrado a través de una dieta saludable con abundante fibra podría ser otra clave para promover la fertilidad.
Consideraciones sobre el estilo de vida
Además de la dieta, mantener un peso saludable, controlar el estrés y realizar una actividad física moderada son factores cruciales para mejorar la fertilidad. Hacer demasiado ejercicio o llevar un estilo de vida sedentario pueden afectar negativamente a la salud reproductiva.
Mensajes para llevar a una dieta de fertilidad 🤰
Aunque la salud reproductiva puede verse influida por muchos factores, la adopción de una dieta y un estilo de vida saludables desempeña un papel crucial en la mejora de la fertilidad. La dieta mediterránea, rica en alimentos integrales y grasas saludables, destaca como un poderoso patrón dietético para favorecer la salud reproductiva. Al elegir los alimentos con conocimiento de causa y tener en cuenta los nutrientes clave, las mujeres pueden mejorar sus posibilidades de concebir y mantener un embarazo saludable.
Adopte la Dieta Mediterránea: Céntrate en alimentos integrales, grasas saludables y mucha fruta y verdura.
Limite los alimentos procesados: Reduzca el consumo de carnes procesadas, aperitivos azucarados y cereales refinados.
Incluya grasas saludables: Opta por fuentes como el pescado de mar, el aceite de oliva, los aguacates y los frutos secos.
Elija proteínas de origen vegetal: Incorpore más alubias, lentejas y productos de soja a su dieta.
Controlar la ingesta de vitaminas: Garantizar niveles adecuados de ácido fólico, vitamina D y yodo, posiblemente mediante suplementos si es necesario. Otros micronutrientes pueden ser útiles en función de su situación individual y su historial médico.
La consulta con profesionales sanitarios, incluidos dietistas y nutricionistas, puede proporcionar orientación y apoyo personalizados adaptados a las necesidades y condiciones de salud de cada persona.
Referencia
Skoracka K, Ratajczak AE, Rychter AM, Dobrowolska A, Krela-Kaźmierczak I. La fertilidad femenina y el enfoque nutricional: Los Aspectos Más Esenciales. Adv Nutr. 2021 Dec 1;12(6):2372-2386. doi: 10.1093/advances/nmab068. PMID: 34139003; PMCID: PMC8634384.